Hay diversas formas y colores de fogaseta, incluso algunas incluyen un huevo duro en el centro, imitando a las monas de Cataluña. El acompañamiento ideal para degustarla es un buen tazón de chocolate caliente, bien para ‘mojar’ la fogaseta, o simplemente para tomarlo solo. Tradicionalmente se come para merendar y si sobra algo (ciertamente improbable) se toma por la noche, ya que al día siguiente estará dura.
La fogaseta está recubierta de azúcar por encima lo que la hace aún más deliciosa, sobretodo para los más pequeños de la casa.
1 comentario:
La fogoseta me recuerda a las monas de Pascua que se comen en Alicante en semana Santa. Creo que es lo mismo.
Bueno, a ver cuando te apareces por clase con una fogoseta para que la deguste.
Un besitinxi,
Ainhoa.
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